(Este texto se escribió antes del post anterior)
B+G (BB), o F+E, G+D o lo que es peor H+FG, pero nunca, never, NEVER... V+F. Simples sumas, ecuaciones o mensajes ocultos que deambulan en mi cerebro y crecen como arbustos mentales que necesitan de constante poda, porque alimentados por ese peculiar sentimiento de la desconfianza, hacen que mi cabeza pueda explotar en cualquier momento.
¿Por qué menciono la desconfianza? porque en los últimos días, como parte de la serie de entrevistas laborales por las que pasé, un factor común entre las sicólogas es que soy una persona "algo desconfiada" según una, y "bastante desconfiada" según otra. Y tratando de hacer idea mental del porqué esa coincidencia, o sea queriendo saber cual de los test podría indicar eso, llegué a la conclusión de que el test en cuestión es aquel en el cual dibuje un puñal. Era el punto en común.
Me quede pensando, analizando y sacando mis propias conclusiones, y haciendo una especie de examen del pasado cercano, y me di cuenta de que mi desconfianza es en ciertos aspectos mas acentuada que en otros, mientras que en algún sector en el que fui fácilmente engañada al principio, la desconfianza que tengo es plena, obviamente hacia el/los la/los artífices del engaño.
Esto me recuerda esta frase: "No puedo variar los vicios y las excentricidades de otras personas, ni tampoco las ofensas que se me hacen.(...) Mi temperamento quizá pueda definirse como extremadamente susceptible: el que pierde mi interés, lo pierde para siempre", dicha por el inolvidable Sr. Darcy, en la novela "Orgullo y Prejuicio" de Jane Austen.
"Me estás boleaaaaanndo hina....y yo seeeee" |
Esta desconfianza plena tiene mucho que ver con las fórmulas del principio. Hay historias intuidas que hasta ahora me gritan warning! pero obviamente son solo dentro de mi cabeza, porque al exterior no significan nada, pero como siempre y como ya lo he mencionado tantas veces, mi masoquismo personal acentuado me hace ver posibles relaciones, estrechos cruzamientos y conclusiones inverosímiles que para mi desgracia, a veces son reales. Una simple interpretación de detalles, que el mismísimo Sherlock Holmes envidiaría, me llevan a esas conclusiones y hacen crecer más y más mis arbustos, ya a punto de volverse árboles.
¡Que terrible es la mente ociosa, desesperada por rellenar con ideas! pero es peor tener una mente no ociosa, siempre en constante movimiento para sobrellevar la cotidianeidad, que trabaja a doble turno con el deseo desesperado de desenredar esas imaginarias (o quizá no imaginarias) ecuaciones. Por ahora solo tengo respuesta vagas, ideas tristes, parejas que se forman en mi mente, dolorosas a mas no poder; una intuición que me cuenta a gritos que lo que me dicen no es verdad, y el corazón molido por el cansancio innecesario de seguir pasos que ya no deberían importar.
Para mi desgracia generalmente no se me engaña, sino que mi intuición se encarga de darme el chivatazo de que esto o aquello no es verdad y como dije más arriba, usualmente acierto. Por eso hay cosas que parece que creo, pero solo de fachada ya que la intuición no es material y no puedo comprobar nada...pero tarde o temprano se vuelve tal y los actores de la farsa sabrán que fueron pillados...por mi.
Pero este es un sentimiento contra el cual debo luchar. No puedo estar a la defensiva en todo momento - cosa que tampoco es así creo - pero hay que cuidarse. Hoy en día las cosas no son siempre lo que parecen y a veces nos dejamos llevar por la brillantez de una idea y resulta en decisiones que lamentamos después. Equilibrio, es lo ideal.
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