13/11/16

EL VIAJE PSICODELICO DEL DOCTOR STRANGE


En un año que se perfilaba competitivo y difícil en el eterno enfrentamiento MCU-DCCU, a medida que va cerrándose el año ya sabemos quién se lleva el premio, y aunque hayan los detractores, Marvel lo hizo de nuevo.

Si con Captain America: Civil War, se generó la fractura de Los Avengers, (y desde la FOX: Deadpool nos demostró que le importa un c….. la vida, y Apocalypse tuvo un encontronazo con Dark Phoenix) con Doctor Strange  las cosas se ponen, a falta de una mejor palabra, más extrañas que nunca. 

Si con las películas anteriores Marvel había explorado conceptos de extraterrestres, limitaciones gubernamentales, experimentos científicos, este nuevo filme, dirigido por Scott Derrickson (especializado en el cine de horror mayormente), busca presentarnos un mundo más místico, en donde la magia y la manipulación de la realidad son cosa de todos los días.

(Como se conecta este mundo psicodélico al mundo de Los Avengers? Es el gran dilema que los hermanos Russo deberán resolver para Avengers: Infinity War…y esto será lindo de ver…)

El mismísimo Sherlock Holmes, Benedict Cumberbatch se viste la Capa de Levitación e interpreta al doctor Stephen Strange, adornándole con la arrogancia e inteligencia que resaltan en los personajes que suele interpretar, ayudado por una caracterización  que es uno de los mejores traspasos del comic a la realidad. (meses atrás, en plena producción se había confirmado que el personaje llevaría su traje como del comic – con capa y todo -  y esto pudo haber sido riesgoso a la hora de la ejecución)


 Lo secundan un cast impecable: Rachel McAdams, como la colega Christine Palmer (a quien le faltó tiempo y momentos para brillar), Tilda Swinton, con la Ancestral (que casi se roba el espacio de Strange con su tranquila y correcta interpretación), Chiwetel Ejiofor, como el Baron Mordo (y posible futuro villano), y Mads Mikkelsen, como Kaecilius. Nota especial para Benedict Wong, como Wong (el badass bibliotecario guardián)

El argumento es la típica plantilla de una película de origen, marca Marvel: el personaje principal, rico, egoísta y arrogante, se topa en una situación – pérdida total del uso de sus manos en un accidente automovilístico -  que le llevan a repensar su estilo de vida, solo que en lugar de hacerlo en una cueva (como Tony Stark), lo hace en Nepal y aprende ciertos secretos místicos que para él “no tendrían sentido” si tuviera que seguir en su zona de confort. Con entrenamiento, estudio y prácticas, se va demostrando que el neurocirujano tiene habilidades escondidas para las artes místicas, sumadas a su natural curiosidad que lo llevan incluso a lidiar con secretos y elementos prohibidos.

El aspecto más alto de esta película, es el visual. Tiene la familiaridad de Inception y sus pliegos de realidad, pero ahondando un poco más (diríase que la lucha de Joseph Gordon-Levitt en el pasillo giratorio, tiene su contraparte en el ataque al Sanctum de Nueva York), llevando al espectador en un viaje multidimensional y caleidoscópico que raya lo alucinógeno. Y no es algo malo, ya que es el núcleo mismo del misticismo de Doctor Strange. Solo mirar las alocadas imágenes del comic original para entenderlo.



Otro punto alto es la identidad musical que le otorga el score desarrollado por Michael Giacchino, que si bien tiene toques de StarTrek por ser el mismo compositor, ese riesgo de tomarse el acid trip musical y mezclar cuerdas orientales, influencias de Pink Floyd y elementos barrocos, digamos que suman muchísimo (ej: Go for Baroque). Esto es un ejemplo claro de que no estamos frente una película de superhéroes cualquiera.

El villano, no es el más destacado. Kaecilius fundamenta sus acciones como una suerte de rebelión contra sus maestros y reclama el conocimiento del uso de otras dimensiones (según lo prometido por otro villano mayor) pero no se llega a ahondar en sus convicciones, eso si… es el personaje que detona alguna de las escenas de enfrentamientos más increíbles de la película. (Spoiler: Tomar nota de que esta tibieza no sucede con Mordo, al final del film ya sabemos cual es su orientación y aprendimos a lo largo de su soporte a Strange, que su pensamiento demasiado recto, lo llevan a cambiar de bando y seguro sabremos mas de él mas adelante)

Doctor Strange es una película que logra hacer algo especial y único en lo visual, mejora lo que ya conocemos de Guardians of the Galaxy (la escena con el Orbe) y en Ant-Man (la dimensión subatómica). En lo narrativo hay similitudes con otras películas que hemos visto en los últimos años, pero por primera vez se explora el Multiverso, o esas dimensiones paralelas que existen en el mundo de Los Avengers pero que están fuera de su capacidad, por más poderosos que sean. El enfrentamiento final demuestra que Doctor Strange ha escalado alto en conocimiento y su entrenamiento científico se complementa con su entrenamiento místico al que se suma la convicción de que su vida ya no es la misma de cuando era el arrogante neurocirujano: la imagen de su solitaria silueta recortada contra el Sello de Vishanti (elemento clásico del comic) en el Sanctum de Nueva York, su nuevo hogar, y aferrándose al recuerdo del "tiempo" (reloj) pasado de su vida anterior, es la prueba de ello.

Doctor Strange will return, dice al final de los créditos (después de dos espectaculares escenas post-creditos, y un recordatorio de que se debe manejar con cuidado) y contamos con ello.!!!