9/12/09

Soñé con Edward Cullen… y no me gustó.

¿Vaya título no?. ¡Hasta parece una blasfemia!

Después de darle vueltas a varias frases (“soñar con Edward Cullen no siempre es bueno” o “Un sueño que no me gustaría ver realidad”) me pareció el más acertado y sobre todo el más realista; independientemente del hecho de que el “tema” está inmerso en la irrealidad absoluta.

Hace meses que me paseo por diversos blogs y sitios donde, a parte de crear una máquina constante de información acerca de determinados temas (Twilight, RPattz, Supernatural, etc), encontré que debajo del típico fandom, existe todo un submundo poblado por gente como yo (pasados los 30, profesional, ejem...responsable y seria), amas de casa, esposas, doctoras, licenciadas, egresadas “summa cum laude” de Harvard… (pareciera que todas son mujeres pero no puedo estar del todo segura, algún colado del sexo opuesto debe haber) personas normales que viven con un alter ego especial.

Y bueno…yo tambien lo tengo y porque no iniciar una conversación? a ver que sale de todo esto.

Ok. Mucho gre-gre así que vayamos al grano….

¿Por que no me gustó soñar con Edward Cullen? (Y eso que, siendo fanática de Twilight como soy, lo esperaba). Pues porque fue uno de los sueños más tristes que haya tenido en mi vida.

Mucho estaba quizá influenciada por un fin de semana difícil, más el haber visto “New Moon” y tener en mi mente proyectos futuros que espero con ansia y que me mantienen estresada.

El asunto pues es así:

El escenario era una villa cualquiera, probablemente de Italia (Montepulciano seguro, ya que es lo que se ve en New Moon), callejas de piedra oscura, caserones altos con tejados a dos aguas, altas ventanas con macetas de flores de colores en los que predominaba el fucsia y el rojo.

Yo no me veía a mi misma, o sea todos los acontecimientos eran desde mi visión, solo sabía que corría lo más que podía y escuchaba las pisadas de mis pies contra las piedras de suelo. A mi lado Edward (ejem ..Robert Pattinson…obvio) también corría con la visible desesperación en el rostro, más pálido que de costumbre; vestía una camisa blanca con rayas finas y pantalones vaqueros.

Me fijé que me llevaba de la mano y era él que guiaba la carrera. Habremos corrido por lo menos unas cuantas cuadras hasta que de golpe entramos por una puerta destartalada que daba al borde mismo de una alta pared. Era como una casa adosada al murallón de la villa.


Adentro de la habitación el clima era fresco y olía a humedad, estaba solo amoblada por una cama cubierta de jirones, un par de sillas desmadejadas y por todas partes colgaban telarañas y por las ventanas entreabiertas restos de lo que fuera un cortinado.

Yo me quedé (me sentí) quieta contra la pared mas oscura mientras Edward cerraba bruscamente las persianas y la puerta. Me miraba de lejos y con un dedo en su boca me ordenaba mantener silencio.

Pero el silencio no era silencio completo, se oían desde afuera fuertes pisadas como de soldados, golpes de botas contra el suelo; era el típico sonido que en las películas de la Segunda Guerra Mundial le dan a los nazis, ese paso marcial acompasado y monótono.

Yo sentía mucho miedo, no sabia porque, era obvio que estábamos siendo perseguidos, pero no sabía el motivo, y sentía el sudor correr por la espalda.

Edward seguía espiando por la rendija de la ventana con actitud expectante.

De repente se hizo silencio de verdad y al cabo de unos minutos Edward se me acercó, con toda su persona apabullando mi visión, y me dijo:

- Te quedas aquí…no te muevas…ya regreso - y desapareció.

No capté si salió por la puerta o yo no presté la atención suficiente. Lo que si desapareció de la habitación. Yo me quedé en el mismo lugar sin moverme.

Un corte oscuro y pasa a otra "escena" (por decirlo de una manera) en el mismo lugar pero yo estaba sentada en una de las sillas mirando a cualquier parte. Alguien tocó tres veces la puerta y se oyó una voz que gritó mi nombre, y nada más.

Yo me levanté y fuí a abrir la puerta con cierta normalidad, ya no con el temor de la “escena” anterior. Como si hubiera pasado mucho tiempo. (pero la habitación seguía siendo la misma y seguía teniendo ese olor horrible a humedad)

Al pie de la puerta estaba una caja regularmente grande, de cartón simple, color marrón claro. Una caja común y corriente que estaba entreabierta.




Curiosa estiro el brazo (veo mi brazo haciendo ese movimiento) y abro la tapa y me encuentro con una escena de lo mas macabra, supongo que el término “gore” sería acertado, y el golpe que me dio en el pecho esa imagen fue lo que segundos después me despertó.


Alli estaba Edward hecho pedazos, literalmente. Sus brazos y piernas acomodados como si fueran los de un enorme muñeco desarmado y amontonado en la caja. Entre los rastros sanguinolentos reconocí la camisa blanca y se veía parte de la cabeza, o mejor dicho unos cuantos mechones de cabello rubio oscuro.


Me vi a punto de gritar, pero mi boca no emitía ni un solo sonido, solo sentía un peso enorme que me estaba ahogando, como si estuviera hundiéndome en una corriente de agua que me cortaba la respiración.

Y me desperté, sofocada y asustada por la conmoción. No sabía si sentía pánico o no, pero lo que si me agobió fue un sentimiento de tristeza infinita. Era como si una parte de mi también se hubiera hecho pedazos y hubieran sido apretujados violentamente dentro de esa caja como estaba el pobre Edward.

Ese momento post pesadilla es bastante complejo, ya que la mente aun tiene las vívidas imágenes en la cabeza y yo admito que el cuerpo mutilado de alguien no es para nada divertido. Recorrí mi casa mirando a mis seres queridos con cierta preocupación, con miedo; revisé las cerraduras, las ventanas, las puertas…, en síntesis me quedé con miedo de lo que vi, al final de cuentas no fue ningún paseo por el parque!

Puede que la gente que lea esto tenga la intencion de hacer una análisis freudiano y sacar alguna conclusión sobre mi experiencia onírica, y sobre ello interpretar las razones inconscientes de mi sueño: la verdad que no quiero saber nada, si bien ya pasaron muchos dias, el recuerdo del Edward hecho pedazos no es lo que se anidó en mi, fue ese tajo de tristeza, que quizá es el mensaje real del sueño: soñar con lo imposible y saber que puede hacerse pedazos. O...solo es un mal sueño.

Hija! Me salió re “serio” el tema, para ser mi primer post!

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