Dean Winchester, cazador de monstruos

"donde está el Cullen ese...yo me encargo en un santiamén"

Ya era hora de que este personaje ficticio hiciera su aparición - hay quienes no lo conocen - y es uno de mis favoritos: la mitad más importante de los hermanos Winchester de la no siempre vista con buenos ojos pero sobreviviente serie Supernatural.
A este texto lo encontré hace un poco menos de dos años, en un blog sobre el tema, y me encantó, porque dado el contexto de lo que se vivía en la serie en ese momento era válido. A estas alturas muchas cosas ya pasaron, pero no por eso el escrito deja de ser emotivo. Quienes conocen al personaje estarán de acuerdo conmigo.

Las Cinco veces en las que Dean Winchester sabía lo que quería ser.

Cuando Dean tenía tres años, sabía lo que quería ser de grande. Quería ser como Papá.

Papá era grande, fuerte, divertido y feliz. Mamá reía cuando hacia sus payasadas en la cocina. Hacia reír a Dean cuando lo alzaba por los aires. Dean ya era tan valiente como Papá porque nunca tuvo miedo de ser alzado por los aires. El tenía la certeza de que Papá nunca lo dejaría caer.

Cuando el bebé llegó, Dean quiso sostenerlo como Papá lo hacía. Cuando Papá puso a Sammy en sus brazos y le enseñó como tomar la cabecita del bebé, Dean se sintió tan orgulloso. Así como Papá, él también cuidaría de Sammy.

Dean sería como Papá.

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Cuando Dean tenía cinco años, sabía lo que quería ser de grande. Quería ser un bombero.

Los bomberos estuvieron el día en que Mamá fue al cielo. Hicieron que el fuego deje de lastimarla. Corrieron dentro de la casa e hicieron que el fuego desaparezca. Papá intentó hacer eso, pero él no era un bombero. El no pudo atrapar a la cosa que lastimó a Mamá – lo intentó. Dean lo vió cuando regresó a la habitación de Sammy para tratar de salvarla.

Más tarde, los bomberos se quedaron con Dean y Sammy en la ambulancia. Ellos envolvieron a Dean con una cobija y le hicieron respirar por una mascara de plástico y sostenían su mano mientras una señora se aseguraba de que Sammy estuviera bien. Papá no estaba allí. El estaba sentado en la acera, mirando la casa. Dean pensó que lo habían salpicado con el agua de la manguera porque su rostro estaba mojado.

Dean detendría las cosas que lastimarían a otras mamis.

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Cuando Dean tenía ocho años, sabía lo que quería ser de grande. Quería ser un policía.

Dean sabía que su Papá era un buen hombre. Y sabía que también había hombres malos. Papá le enseñó como disparar y siempre le recordaba que debía disparar primero y preguntar después. Mientras Papá no estaba, Dean miraba TV con Sammy. El veia Hill Street Blues, and Cagney and Lacey. Si las chicas podían ser policías, el también podía.

Papá no era un policía. Los policías permanecían en un solo lugar. Tenían casas o departamentos. Ellos tenían sus familias y una estación de policía donde reportarse cada día. Un policía fue a la escuela a hablar a Dean y sus compañeritos de clase y les dijo que no debían hablar con extraños y no usar drogas. Se comportó muy amable con la Sra Thompson y vestía un lindo uniforme. El policía habló sobre como estaba a cargo de otros policías y que conducía un auto con sirenas. Dean supo entonces que su Papá a veces pretendía ser una policía, para atrapar a los hombres malos.

Dean sería algo más real.

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Cuando Dean tenía catorce años, sabía lo que quería ser de grande. Quería ser James Hetfield (*)

Bueno, Dean sabía que no podía ser Hetfield propiamente dicho. Pero quería ser como él. Si pudiera convencer a Papá de ir a California, a LA, estaría a mitad de camino. Trataría de asegurarle a Papá que ya era lo suficientemente grande como para manejarse solo. Y quizá Papá podría comprar una casa, en forma permanente, y dejar que Dean se hiciera cargo de Sammy mientras él iba a cazar. Entonces Dean podría unirse a una banda - él se estaba volviendo bastante bueno con la guitarra que se compró con su Visa “Bobby Johnson”.

Si el formaba parte de una banda, irían de tour y entonces Papá aun podría viajar con ellos de cacería. A él le encantaría. Y si estaban de tour, entonces tendrían compañeros. Dean estaba muy interesado en las chicas, fuera de las protestas de Sammy advirtiéndole de que ellas eran peligrosas para la salud. Las chicas eran un misterio que Dean se dispuso a resolver. El pensó que a Melissa Bryman le gustaban los chicos de las bandas. Ella habia usado esa camiseta del concierto de AC/DC en la escuela una vez y ella definitivamente no era peligrosa para la salud.

Dean seria una estrella de rock y todos lo adorarían.

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Cuando Dean tenía veintinueve años, tres meses, seis días y veintitrés horas, el supo lo que quería. Queria llegar a los treinta. Diablos! No solo los treinta. Queria llegar a los ochenta. Noventa. Y queria que Sam lo haga tambien.

Pero no pudo hacerlo. Un año parecía mucho tiempo. Pero – Dean no supo como – el año pasó tan rápido y él no pudo resolver las cosas que tenía pendientes. Sammy lo necesitaba. ¿Como iba a dejar a Sammy solo con esa mujerzuela de ojos negros dando vueltas por ahí? Y Lilith….¿como iba Sam a enfrentársele? Ellos aun no había logrado figurarse como hacerlo. Bobby, con todo ese montón de libros tampoco había logrado nada. ¿Entonces como él podría irse? ¿Como podría dejar a su hermanito en medio de una guerra?

Dean nunca llegó a ver el Gran Cañon. Nunca aprendió a surfear. Nunca supo lo que es ser un padre. Nunca fue a Las Vegas. ¿Como pudieron dejar que pase el año sin ir a Las Vegas? Dean quería disfrutar una vez más de una hamburguesa con tocino. Quería retozar sin compromiso con alguna atractiva chica de bar. Una noche de TV con Sammy acompañada de unas cervezas. Un paseo en el Impala, una tarde más bajo el cobijo de su baby. Quería una oportunidad más.

Dean Winchester iria al infierno luchando por su vida.

Autor: kriptkeeper

"somos re jebis...re jodidos"

(*) cantante del grupo Metallica

Que tal un cuento...

Este es un cuento que se paseó entre mis papeles por mucho tiempo. Fue el resultado de una inspiración repentina y escrito en una hoja de cuaderno (de la materia Marketing III de la facu) y a lápiz de papel. No hace mucho fue actualizado a "digital" y hoy, no se porque regla de tres, reapareció entre mis folders y carpetas.

A ver que les parece.

Cuento
(ya se ngo que es cuento...pero como no tiene nombre, dejémoslo asi...)

Él caminaba por la ajetreada vereda perdido en sus pensamientos; el frío reinante, el ruido del tránsito, el grito de los cambistas de Calle Palma; nada parecía importarle en ese momento.

- ¿Qué hacer? – se preguntaba una y otra vez.

Sabía que la encrucijada en la que estaba metido era más complicada de lo que imaginaba. Por más que intentaba hallar una salida, una interrogante que le golpeaba la cabeza continuamente:

- ¿Ya no le quiero más? –

¡Por Dios como no amarla!, como no mirarla. Que hacer para no recorrer su figura y desear robarle un beso… pero era así: su corazón y su razón le decían que era suficiente. Ya basta. Su cariño había mutado. Continuaba amándola pero de otra forma, más sencilla incluso hasta podría decirse más pura.

¿Pero cómo decírselo? Se imaginaba su rostro cubierto de lágrimas, ese par de ojos de de por si ya cargaban con una mirada de tristeza… aun más tristes. No sabía como. Simplemente no tenía el valor de hacerlo.

Ella ya temía por lo que se veía venir. Ya se daba cuenta del cambio y optaba por asumir una actitud posesiva, intolerante, talvez como medio de defensa.

Eso era lo doloroso. Comprender que el secreto ya no era secreto y tener que confirmarlo.

La ciudad era cada vez menos importante, las calles ruidosas quedaron a metros de distancia. Solo quedaban ellos dos enfrentados a su destino que inexorablemente actuaba en sus vidas.

Sorprendentemente ella no lloró, sus ojos se oscurecieron en una mezcla de rabia e impotencia; su rostro palideció por un instante pero finalmente adquirió una expresión que llegaba a descifrar.

Permanecieron de pie, uno frente a otro, como dos guerreros luchando con la mirada.

- ¿Por qué? – disparó ella.

- Ya no te amo. – se defendió él, y clavó más hondo la lanza agregando – pero siempre seguiré queriéndote mucho. Eso sabes… luego –

El silencio respondió; ese silencio incómodo de aquellos que ya no saben o ya no tienen nada que decir. Tanto ya habían hablado que ya se conocían enteramente. Tantos momentos malos y buenos pasados cruzaron por la mente de ambos como una película que corría a gran velocidad.

El silencio persistía hasta que fue quebrado por el sonido de un beso, uno en donde se entregaba hasta el último vestigio de alma que en su corazón de mujer quedaba.

Dio la espalda y se marchó.

..............................................

Recostado en su cama con la mirada fija en el techo se sentía aliviado, algo culpable pero con la certeza de haber hecho lo correcto… pero algo le inquietaba.

¿Qué pensará hacer ahora? – se dijo.

Por la cabeza se le pasaron muchas cosas algo trágicas, muy características de ella, berrinches, llamadas constantes, mensajes al celular. Pero nada. Nada de eso había pasado.

Los días corrieron y el silencio se agravó. Preocupado fue a buscarla. El coqueto departamento estaba cerrado hace días, nadie había entrado ni salido en ese lapso de tiempo.

Abrió la puerta con su propia llave y lo recibió un fresco tenebroso. Todo estaba en orden, las flores del jarrón semi-marchitas, el dvd prendido pero sin película, fue andando… oyó al gato maullando, lo siguió, entró al dormitorio y su dulce amante lo recibió, acostaba en su cama con la mirada fija en él, fría, tan fría como si su vida la hubieran arrebatado.

Mientras el michi lamía del hilo rojo que corría entre sus cabellos entrelazando la cola en el gatillo de la pistola que dormía a un lado.

Todo es una cuestión de Fé

Ya llegó nomás el 24 de diciembre, con toda la histeria colectiva que conllevan las compras de última hora, los regalos que faltan, el choclo para el chipá guazú, las frutas para el clericó, etc, pero a veces entre tantas vueltas nos olvidamos de lo más importante.

Es cierto, yo no soy la mejor persona para escribir sobre la importancia de la Navidad, porque no soy alguien que la comparte con el mismo ahínco que muchas personas, es más me parece una fecha de lo más triste, y como mi amigo DGman me decía ayer en el msm, soy una persona 100% práctica e incluso a veces pienso como “hombre”, es decir las sensiblerías no son lo mío.

Tampoco quiere decir que me comporte como un ladrillo o que no tenga sentimientos que expresar, pero digamos que me los guardo; capaz que lo hago como una especie de escudo o caparazón para evitar que intrusos se entrometan en temas muy personales...o (entrando en el terreno del vyroréi para amenizar un poco el tema) estoy esperando que el inglesito sensible (como también dijo DGman) llegue y que me enseñe algunas de sus habilidades sensibilidades (Glup!)

Pero hablando en serio, es ningo el cumpleaños de Jesús, imagínense! El Number One! El larguirucho de barba cumple dos mil nueve años! No es cualquier cosa! Tantas cosas se escriben, en las tarjetas y en los mensajes que recorren los mails, que son re chulinas, y nos emocionamos en segundos y después opá.

Mi deseo para hoy, es que entre las opíparas cenas, regadas de espirituosas bebidas, posemos la mirada en el pesebre - que seguro todos tenemos - y le sonriamos al Niño con un mudo Feliz Cumpleaños, capaz que El nos sonría de vuelta en agradecimiento!

            

Es cuestión de Fé, y si nos queda una semillita de Fé que regar,

 que el 2010 sea el tiempo para verla germinar!

Filosofía del Tereré

Primero que nada: el texto de más abajo no es de mi autoría, me lo envió N por mail y simplemente me encantó. Espero que a Uds. también.

El tereré no es una bebida...

Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca.

Pero no es una bebida.

En el Paraguay nadie toma tereré porque tenga sed.

Es más bien una costumbre, como rascarse.

El tereré es exactamente lo contrario que la televisión.
Te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo.

Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es hola y la segunda ¿Tereré?.

Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres.

Pasa entre mujeres serias o chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros..

Pasa entre los viejos de un geriátrico o entre los adolescentes mientras estudian.

Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse nada en cara.

Colorados y liberales ceban tereré sin preguntar.

En verano y en invierno.

Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos.

Los buenos y los hijos de puta.

Cuando tenés un hijo, le empezás a dar tereré cuando lo pide, y se sienten grandes.

Sentís un orgullo enorme cuando ese enanito de tu sangre empieza a tomarlo.

Que se te sale el corazón del cuerpo.

Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo solo, con yuyos o con un chorrito de limón.

Cuando conocés a alguien por primera vez, siempre decís, si querés venite a casa vamos a tomar tereré.

La gente pregunta, cuando no hay confianza: con limón, muy frío o no tanto?.

El otro responde: Como tomes vos.

Los teclados de las computadoras tienen las letras llenas de yerba.

La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas.

Siempre. Con inflación, con hambre, con democracia o no, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas.

Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te la da, de onda le pedís y está todo bien.

La yerba no se le niega a nadie.

Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres.

Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez un tereré, solos.

No es casualidad. No es porque sí.

El día que un chico toma su primer tereré sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es porque ha descubierto que tiene alma.

O estas muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera.

Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un tereré solos.

Pero debe haber sido un día importante para cada uno.

Por adentro hay revoluciones...

El sencillo tereré es nada más y nada menos que una demostración de valores.

Es la solidaridad de bancar esa yerba lavada porque la charla es buena, la charla, no el tereré.

Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablas mientras el otro toma y viceversa.

Es la sinceridad para decir, cambiá la yerba, o arreglálo un poco.

Es el compañerismo hecho momento.

Es el cariño para preguntar, estúpidamente, ¿está rico, no?

Es la modestia de quien ceba el mejor tereré.

Es la generosidad de dar hasta el final.

Es la hospitalidad de la invitación.

Es la justicia de uno por uno.

Es la obligación de decir gracias, al menos una vez al día.

Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones mas que compartir.

Ahora vos sabes, un tereré no es sólo un tereré.
Andá preparando el agua, que voy para allá.

Autor: Un PARAGUAYO .

¿Nos tomamos un tereré? ;)

Bond, Juancho Bond

En el trabajo a veces ocurre que el velo de la tensión se discurre dando paso a brisas de etérea tranquilidad y para completar, la brisa se convierte en ventarrón haciendo que el boludómetro eleve su aguja al límite mismo de sus fuerzas.

Es ese tipo de momentos, en los que puede suceder cualquier cosa, es que surgen las más insólitas afirmaciones o conceptualizaciones estrafalarias que pueden significar cambios drásticos en el curso de la humanidad.

Hoy, el más loable de esos conceptos, producidos en uno de esos momentos de “trance divino” fue, el realizado por N, quien desde lo más profundo de su ser, expresó la siguiente pregunta: “Vos pico sos 007?” Yo le miro con los ojos desenfocados porque no entendí su consulta, a lo que ella me responde: “Porque tenes una amiga que se llama M”... y suelta una risa de posesa.

Bueno, yo me quedo con la mente cri cri por segundos, y enseguida mientras otra sección de mi mente registra el chiste asumiendo que N habia leído el blog, la parte consciente enciende la chispa de la inspiración divertida, que hace posible este blog, y tomo la decisión trascendental de tomar esa frase célebre y escribir sobre ella.

Como siempre, una cosa lleva a la otra, y en esa fracción de segundo en la que gente con "de mente" como yo, rompe las barreras de la percepción me imaginé, ¿que pasaría si no fuera James Bond en realidad, sino Juancho Bond y encima paraguayo?

Estas son algunas (de)variaciones surgidas con esa idea:

1) La jefa no sería M, será Ña M.

2) La agencia no seria MI-6, sino Centro Urbano Nacional de Acciones Anti Terroristas que Atacan Internacionalmente (CUNATAI).

3) En lugar de “un martini seco, agitado pero no revuelto” pediría Old Tradi Black Label on The Rocks.

4) En lugar del Aston Martín, sería Mercedes-Benz Clase SLK, tuneado, con luces de neon y encima de importación directa (via Katrina).

5) Todas las acciones transcurrirían en las calles de Asunción, donde los chicos malos tratarían de sortear los baches traicioneros, pero el increíble Juancho Bond, no dudaría en atravesarlos con la ligereza propia de un “caballo loco”.

6) Si está encerrado en una habitación con una bomba a punto de estallar, sacaría su kit multiuso comprado de la Linea 27, que incluye desde destornillador hasta cepillo de dientes, pasando por kit de aguja e hilo más tiras de bayaspirina.

7) Si tiene que seducir a la cuñatai Bond de turno, se le acercaría tarareando "Por un beso" de los K-Chiporros, pero si la cuñataí es casada o tiene chongo (como generalmente pasa en las películas), le cantaría "Yo solo soy un yacaré", también de la mencionada agrupación musical.

8) Su perfume sería “Kurundú”.

9) Su Club Olimpia (Rey de copas)

10) Al presentarse, su frase seria... “Soy Bond, Juancho Bond...mi reina”

Alguien mas quiere aportar a nuestro Bond autóctono?

Como curé mi aversión hacia Harry Potter

Corría el año 2004 (creo) y yo trabajaba en una empresa financiera, y en esos tiempos mi buena amiga M, era mi compañera de trabajo y compartíamos un cercana amistad que gracias a Dios sigue hasta ahora.

El caso es que, dentro de mis actividades personales, se desarrollaba esa acérrima aficción por los libros del JRR Tolkien (mi biblioteca Tolkeriana consta de: La Trilogía Señor de los Anillos, El Silmarilion, El Hobbit, Los Cuentos Inacabados, Los Hijos de Hurín y cuantos textos de Tolkien – sean reales o no – que circulan por la web más libros de gramática quenya), directamente influenciada por la obra de arte cinematográfica de Peter Jackson.

M y yo, muchas veces conversábamos acerca de libros en general, junto con una tercera amiga (que también permanece cerca hasta ahora), La Ardilla, quien se mueve en un circulo literario más echado a historias medievales y las obras de Mario Puzo.

 

Podría decirse que nuestro terceto era de los más erudito, en términos reales, pero para otros, quizá por falta de interés, capaz que nos consideraban algo aburridas, no se M y Ardilla, pero a mi me daba esa impresión.

 

A que quiero llegar. Bueno: M, fanática hasta los tuétanos del maguito de Privet Drive, el adorado Dumbledore y su colegio de jóvenes hechiceros y yo, fanática absoluta de las aventuras de Aragorn, las flechas certeras de Legolas, del principe Imrahil de Dol Armoth y completamente enamorada del Capitán de la Guardia de Doriath, Beleg Cuthalion.

Tratábamos de vendernos, una a la otra las “bondades” de nuestros preferidos: “Harry Potter es solo un niño, no puede llegar jamás ni a los talones de la obra de Tolkien, quien creó un mundo de la nada…además Tolkien era todo un entendido en literatura e historia” decía yo. “Me parece exageradamente largo, no me atrae para nada y además no sé que tanto le ven…” decia M (o algo asi el líneas generales)

Era la época en que El Codigo Da Vinci estaba causando estragos furor en la Iglesia Catolica el mundo, y yo como buena interesada en intrigas y conspiraciones literarias me compré el libro. Lo leí, me encantó y me puse en campaña a ofrecer a mi nuevo protegido a M. Ella: “No no..no quiero…gracias…etc” hasta que me vino con un golpe bajo: “Lo voy a leer, si es que lees Harry Potter y La Piedra Filosofal”.

 

“QUEEEEEEEE! - me dije en mis adentros - y caer tan bajo??…eso es de chicos…pero….eh…no se, que me puede hacer, total si no me gusta le devuelvo y chau….se que M no se va a enojar, asi como yo tampoco me voy a molestar si no le gusta el Código…”

 

Ok, hicimos el pertinente intercambio de la mercancía literaria.

Básicamente fue como si me hubieran inyectado algún tipo de droga …no, para ser exactos: fue una superconcentrada poción de amor, con un imperius doble… eso es como lo puedo describir.

 

Empecé a leer el libro tirada en mi cama, relativamente temprano como para ya dar por sentado que no me iba a gustar…era eso de las 8 de la noche, a las 10:30 yo le estaba llamando a M por celular, para pedirle que POR FAVOR me lleve a la oficina Harry Potter y la Cámara Secreta al dia siguiente. Es decir, en menos de 36 horas me leí los dos primeros libros, después le OBLIGUÉ a M a que me consiga los demás en un santiamén, y leí hasta La Orden del Fénix en menos de un mes. Hasta hoy, no se cuanto tardó M en leer El Codigo Da Vinci y no me importó.

 

Cabe destacar que la saga pasó a integrar mi panteón de deidades literarias desde el mismo momento en que Harry recibió su carta de Hogwarts y, vino a sentarse cómodamente al lado mismo de Hector de Troya y de Edmond Dantes…y no muy lejos de Michel Strogoff … así de simple.

La conclusión a la que quiero llegar con esta historia, es que hay tanto que nos perdemos al no querer conocer un poco más lo que hay debajo de las portadas, por lo menos me dirijo a quienes no tienen el hábito de la lectura, incluso a aquellos que lo tienen pero que no practican la “promiscuidad” literaria, que no tiene nada de malo.

Hoy, soy casi tan – o más – fanática de Potter que M, tengo todos los libros, las películas, he regado mis babas lágrimas de emoción por Daniel Radcliffe las situaciones difíciles de Harry, he reído con las ocurrencias de Ron, y me sentí identificada con la seriedad de Hermione. He contado los días y las horas para el lanzamiento de Las Reliquias de la Muerte (y he recibido mi cuota de decepción como muchos) y ahora que el ciclo literario se ha cerrado, solo estamos pendientes del ciclo cinematográfico.

Gracias a M, conozco un nuevo mundo en el que me adentré gustosa, con sus pro y sus contras, pero mundo al fin. ¿Acaso el mundo real no es lo mismo? Tiene muchísimos más pro y contras, y creo que el secreto está en pensar en un sencillo hechizo de felicidad y envolvernos con el como una suerte de Capa de Invisibilidad, así los malos ratos nos pasan de largo.

Y a la mala onda: SECTUMSEMPRA!

p/d importante: me gané mi revancha a M, cuando le convencí de empezar a leer la saga Twilight y bueno…ella cayó de finito. Ojo x ojo. jeje

Soy fan de Twilight, pero no soy EMO

Esta tarde leí un mail de Manson (un amigo no Marilyn) donde me tildaba de “bloggemoelfa”…me causó mucha gracia el mote, pero me dió en que pensar.

Es importante aclarar que Vilmarith es un nombre 100% quenya (lenguaje de los elfos de Valinor, al este de la Tierra Media) via un traductor súuuuuuuuuuper fiable que encontré en internet allá por del año 2002, tiempo en el que todo lo relacionado a elfos, hobbits, enanos, magos – no Potter – nazguls, anillo de poder, etc. de lo largo y lo ancho del mundo de Tolkien estaba en su apogeo, y muy pero muy especialmente este individuo.

La tormenta que causó Legolas y su alter ego Orlando Bloom, adquirió límites insospechados (rebasó los míos...importante aclarar), redoblando sus fuerzas con cierta peliculita de piratas, que encima se multiplicó por tres!!!! (cargando de oro las bodegas del Perla Negra a tal punto que Monsieur Depp, se dio el lujo de comprarse una islita en el caribe)

Volviendo al punto inicial, el asunto es que la descripción que siempre me caracterizó (aunque tenia otros alter egos como Michel, Obi Wan, Lara Croft, etc) es el de ser elfa…no porque sea rubia de ojos azules, lo aclaro, sino porque mi nombre era ese….siempre fue Vilmarith Hojaverde, con sus múltiples variaciones: Vilmarith de Troya, Vilmarith Darcy, Vilmarith Winchester, Vilmarith Turner, Vilmarith de Ibelin…..es decir, he podido cambiar de “apellidos” muchas veces, pero siempre, soy la elfa Vilmarith!

En la actualidad, sin vergüenza lo admito: soy Vilmarith Cullen, esa soy yo, directa e irresponsablemente he caído en los brazos del vampiro que no tiene colmillos y que encima brilla en el sol (WTF! ;S).

Si si…. tíldenme de emo (Manson, ojo…hablo en general, a vos te perdono), pero no soy emo! Porque no siempre comparto las “emoneces” de Edward!... pero si comparto su fidelidad, su entrega, incluso su forma anticuada de ser, tan… anticuada hoy en día.

La metáfora de la abstinencia es todo un reto en tiempos como los que vivimos, el deseo reprimido que tienen esos personajes es un ejemplo para que las generaciones entiendan los conceptos de “virginidad” y de “responsabilidad”. ¿Por qué no usar una figura atractiva, para tratar de crear esa consciencia? Existen montones de campañas tratando de crear ese pensamiento de “sexualidad responsable” y que mejor que un Edward Cullen y una Bella Swan para ayudar.

Claro, tampoco entremos en los detalles, pero tratemos de ver como un todo, y lo más importante: desde el punto de vista literario, no de la(s) película(s) en donde en mi opinión, apenas se muestra la décima parte de la riqueza del ejemplo escrito creando distracciones con el atractivo de los protagonistas.

Asumo mi gusto, equilibrando lo divertido del fandom "twilighteril" con el punto de vista serio y realista de persona normal.

No soy una EMOtiva, sino que siento sincera EMOción con un poco de romance y aventura.

Prueben…no hace mal.

Regalar o no regalar…esa es la cuestión.

Ayer estuve recorriendo locales haciendo una de las cosas que más me gustan hacer: comprar regalos, pero la vida de ese sentimiento de felicidad, es directamente proporcional al tiempo que tarda mi billetera en volverse más liviana. O sea, como se dice comúnmente, en un “flash” se pasa de la tranquilidad absoluta, al desánimo contundente y eso no se tarda más que minutos dentro del recorrido en un mismo centro comercial.

Primero preparo una listita para no olvidarme de nadie, trato de hacer una idea previa del tipo de regalos según el orden de importancia de las personas, y también asocio a lo que necesitan esas personas. Soy práctica, me gusta regalar cosas que tengan algún significado especial, cosas útiles o que yo sé realmente le va a gustar a la persona.

Es este sentido, hay un fenómeno interesante: generalmente se sabe qué regalar a las personas con las que se convive, ya sea por el intercambio de comentarios, o cuando saltan detalles a los cuales aferrarse para encontrar algo acorde a la persona; pero que pasa, cuando existen cero detalles, es decir, cuando se tiene en la lista alguna persona a la que es imposible de decidir que regalar, no porque no existen los detalles, sino porque ha transcurrido el tiempo y se han cambiado sus gustos (por decirlo asi) de una manera extremadamente rápida, que la conclusión que se llega es que … no hay nada que se le pueda regalar porque no le gusta nada. ¿Que hacer con ese caso? ¿Estirar el brazo y elegir cualquier cosa que se encuentre y pretender que significa algo? Prefiero no regalar nada a caer en semejante hipocresía.(ja! Qué cosa no?… cuanta gente hay que conozco que aplica la hipocresía de una manera magistral, dando regalos innecesarios o aceptándolos con fingida alegría y creen que yo me la trago….me cuesta muchísimo usar esa táctica… seré introvertida pero no estúpida.)

Pero dejemos la mala onda – me salio sin querer – y para evitar que ustedes se vean obligados a tomar decisiones precipitadas en cuanto a mis regalos, les ayudo con una lista de ítems que les puede servir de guía.

Les presento: Guía Rápida para Comprarle Su Regalo a Vilmarith

1) Jamás asociar, la edad con los actos. Los que me conocen saben la edad que tengo, pero mis hobbies puede que no cuadren con ello (personalmente no me importa) por lo que agradecería que no me regalen libros del tipo: “Sola a los 40”, “Como vivir mejor la solteria” o “Tips para sentirse mejor pasados los 30” (esto no significa que tenga 40 ojo!... todavia).

2) Fijarse en mis camisetas: Esto es lo más sencillo ya que en mis camisetas están los ítems de mis gustos favoritos.

3) Ejem ejem..... envuelto para regalo por favor, ya me encargaré yo de.... desatar el moño .....din din don! (jajajaja)

4) “A no ser que quieras que hablemos de coches” como diría Edward Cullen. Si algún multimillonario amigo esté leyendo esta lista y le sobre tanta plata que no sepa que hacer de ello, no me molestaría recibir esto de regalo. Muchas gracias desde ya.

5) Si M se gana el Seneté de hoy, espero que me incluya en ese viaje a Estambul que recibimos por mail, son U$S 5.300 por cada, una pichincha.

6) Gracias a La Enana, esté año se me cumplió un sueño querido, recibí una remera Adidas del diseño que yo quería (porque ella fue lo suficientemente observadora como para guardar mi comentario) y ahora existen pendientes dos ítems “de marca” que estoy tratando de conseguir y que si Dios quiere, me podré dar el gusto: Un RayBan original Wayfarer y un par de Nikes Air originales.

Son boludeces, pero si el amigo multimillonario del punto 4 se aparece y lee, creo que ha de poder hacer un combo.

Y creo que eso es todo….no es ngo mucho, además como suelo decir, soñar no cuesta nada...

“Capital de mis amores…”

El primer sonido de esta mañana, que entró por la ventana de mi habitación acompañando la claridad del sol que empezaba a brillar por la superficie del rio y que cubrió el ambiente con su sonido envolvente fue……el corneteo repicante de una bocina de colectivo público, con el “lamentoso” cantar de una cachaca de fondo proveniente de la radio, puesta a todo volumen, del vecino de atrás de mi edificio. :S

Esto es lo habitual, o por lo menos generalmente habitual, ya que a veces la “banda sonora” cambia a temas de Leo Dan intercalados con Juan Gabriel y si no son los sonidos furiosos del tráfico, es el griterio de manifestantes que se reúnen (otra vez) para protestar contra alguna nueva “joyita” de nuestro “eclesial” gobierno (otra vez), el que se esparce en el ambiente.

Esta es la Capital de mis amores que escucho, donde ya no hay ni naranjos ni flores, como dice la guarania, bueno…tampoco tengo que exagerar, los lapachos floridos si, son los que le dan la nota naturalmente colorida a la ciudad, cuando logran colarse entre los carteles de telefonía celular y cerveza que pululan por todas partes.

Mirar por el balcón y notar el correteo nervioso de la gente es hasta…aburrido, porque todas las caras son iguales: tensas y serias.

No hace mucho, mi compañero de trabajo, “El Terrible”, me pasó via mail una serie de fotos antiguas de la ciudad, tomadas por gente de la Revista LIFE (y que seguro alguno ya habrá visto) y se me antojó compartirlas y notar la palpable (e implacable) diferencia entre los tiempos.

Calles Chile y Palma

Avda Gral Santos! (increíble el "vacio" de entonces!)

Playa Montevideo

Tereré en el Puerto

El dia después de pasado mañana.

Hoy estuve conversando via mail con mi amigo Sirius acerca de varias cosas, y entre ellas me comentaba que había visto “2012” de Roland Emmerich, recién estrenada en nuestros cines.

Su comentario fue:

“viste vos? me parecio demasiado cliche nomas.. masiado nobles ya los yankees... :P” (...) “"El dia después de pasado mañana" no more comments :P”

Obvio que no fue más allá, en deferencia a que yo aun no vi la película (por lo menos es más cuidadoso que yo quien más de una vez le jorobé una peli o libro en mi apuro de comentarlo) pero con esas pocas palabras ya me dí cuenta que no captaría mi interés.

O sea... películas desastres hay muchas, Armageddon, Deep Impact, The Day After Tomorrow, Poseidón, etc... Wall-E (a que no? eh? eh?...Me van a decir que esta no es una película desastre?) y he llegado a una conclusión, que tampoco tiene porque ser nueva: al hombre – en el sentido genérico - parece gustarle ver como se destruye su propio mundo.

Cada vez hay más efectos visuales que son impresionantemente realistas, aunque sabemos que todo es pantalla verde (o azul), y las ciudades desaparecen en un santiamén inundadas, destruidas por terremotos, la población infectada por virus...los ávidos espectadores cargamos nuestras retinas y las celdas de nuestros cerebros con las imágenes de la destrucción de nuestra propia casa.

En casi la mayoría de las culturas, la humanidad tiene un punto final, es como si estuviéramos predestinados, seas cristiano o no, a ver al mundo destruido y estas películas son como una especie de “ensayo” y vaya que la naturaleza misma nos da cada ensayo!

Los desastres naturales parecen estar poniéndose todos de acuerdo, temperaturas altísimas, granizadas, inundaciones, vientos huracanados (ni Mazinger Z podría haberlo hecho mejor!), e incluso en zonas donde el clima “suele” ser benigno – como nuestra zona – hay palpables avisos de que las cosas están cambiando.

El mundo se está desperezando, y en cada estiramiento algún “hueso” se remueve y se acomoda. Nosotros, como los “quien” de la película Horton, vivimos en este pedacito de universo que en su inmensidad no significa nada y seguimos de manera inconsciente (y consciente en muchos casos), ignorando la realidad que vamos a dejar a la siguiente generación....ojo, ya no hablamos de generaciones futuras, hablamos de la generación que está a la puerta, nuestros hijos son los que van a tener que ver “películas desastres” en vivo, mientras los señores pensadores y gurúes se reúnen en ciudades europeas a expensas de sus gobiernos para debatir lo insolucionable?

(nota para mi misma: Vaya que hasta me sorprendo de lo que una mente preocupada puede llegar aportar)

Ver “2012” ya no es entretenimiento, es “entrenamiento” y en la realidad, no creo que los “yankees” sean tan nobles.

Mi primera carta para Robert Pattinson

Siempre hay una primera vez para todo y para todos, pero esta no es la primera vez que escribo una carta que no llegará a destino.

Muchos años de mi vida escribí cartas a personas que no lo merecían, y últimamente no se me dan bien las cartas; pero Rob es otra cosa: él fue como el “detonante” de una inusual veta de inspiración, pero inspiración divertida…

El otro día recibí un mail de mi amiga M, quien me pasaba una noticia relacionada con la gira europea de promoción de "New Moon" que estaba haciendo este chicuelo en especial (ver foto ;) )

Uno de los párrafos de la noticia decía: "El actor Robert Pattinson reveló el jueves que ahora que llega a los cines la segunda parte de la saga "Twilight", "New Moon", está más tranquilo y cuerdo con su fama, tras asumir que el objeto del deseo es su personaje y no él."

Cuando leí eso, saltó la vena sarcástica de mi persona y pensé: “Recien te das cuenta!!!! Esto es bastante obvio!!!!!!!!”

Entonces me enfilé en una respuesta por el “gran” descubrimiento del Sr. Pattinson y decidí responder, no directamente a M, sino que dirigiéndome a Rob en la persona de M.

Y esto fue lo que respondí:

Estimado Robert....o te puedo decir Rob ;), porque Roberto no pega!

Primero que nada: un caramelo por la novedad.....QUE DESCUBRIMIENTO!!!!!recien caiste????????? eh?????? (NOTA: mi sarcasmo estaba en su máxima expresión)

Segundo: Hay casos y casos.... como el mio. A mi SI ME CAES BIEN (nota: vaya declaración!) así como sos...porque Edward....será todo lo perfecto que quieras...pero yo no lo soportaría ni medio segundo (nota: ahora lo noto, van dos posts apenas en mi nuevo blog y en los dos menciono algo negativo contra Edward!!)...claro lo de entrar por la ventana no me molesta, y que te adore para toda la eternidad literalmente, pero que se muestre tan puritano y melodramático, como telenovela...pues....no se che....ah..y claro: es un vampiro.

Ahora, Rob querido: tu onda cachafaz (urgente te falta un curso de como aprender a abotonar camisas, y como parece que zurcís tus ropas, sugiero también corte y confección), drunk face, metro ochenta, acento ingles, ojos verdes, manos delicadas, cero panza, sorry....eso es interesante...y ENCIMA bohemio, cuadra perfectamente en cualquier mesa del Britannia (nota: pub tipo inglés de mi ciudad al que frecuento y en el cual de verdad RP quedaría pintado!) y de "yapa" te puede traer una serenata al balcón o interpretar una sonata de Chopin en un salón.

El único pequeño detallito que hay que tener en cuenta - nadie es perfecto al final de cuentas - es que tenes 23 añitos y yo treinta y tantos, pero como esta es una conversación ficticia, producto de una mente deseosa de una válvula de escape después de un dia de mierda (nota: VEN? Había algo de cordura en alguna parte!), voy a pasar por alto el hecho y hagamos de cuenta que somos "similares"...si?

Por eso, Rob, podes acercarte las veces que quieras a tomar un tereré (nota: bebida autóctona refrescante de mi pais) en mi balcón, o ponerte la chancleta y la remera escote V negra, con el Button-Fly Jeans deteñido e irnos por una Heineken a cualquier antro... de preferencia sin tu I-Pod por favor....o podemos caer en lo de Manson (nota: un amigo, no es Marilyn) y hacer una reunion de los Innombrables (nota: un grupo de amigos) para que juguemos algun ludo sangriento, si no sabes, te enseñamos...sos extranjero, asi que seguro nos portaremos bien...

Que te parece? avisame al cel, asi organizamos todo...

Saluditos

Vilma

p/d para M: por supuesto me despierto en este instante!

Claro que la respuesta que recibí de M fue:

“JAJAJAJJAJAJAJAJJAJjajajajajajajajajjJjajajajajjajajajajajaj JjJjjJjjajajajajajajjajajajajajjajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja jajajajajajajajajaja

piiiiipuuuuuuuuuuuuu

espero que te haya servido de escape, porque está bueno... ¡¡arriba ése ánimooooo!!”

Y eso… mi primera carta a Robert Pattinson se inició como fruto de una oleada de sarcasmo y acabó siendo una invitación.

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida….!!!!

Soñé con Edward Cullen… y no me gustó.

¿Vaya título no?. ¡Hasta parece una blasfemia!

Después de darle vueltas a varias frases (“soñar con Edward Cullen no siempre es bueno” o “Un sueño que no me gustaría ver realidad”) me pareció el más acertado y sobre todo el más realista; independientemente del hecho de que el “tema” está inmerso en la irrealidad absoluta.

Hace meses que me paseo por diversos blogs y sitios donde, a parte de crear una máquina constante de información acerca de determinados temas (Twilight, RPattz, Supernatural, etc), encontré que debajo del típico fandom, existe todo un submundo poblado por gente como yo (pasados los 30, profesional, ejem...responsable y seria), amas de casa, esposas, doctoras, licenciadas, egresadas “summa cum laude” de Harvard… (pareciera que todas son mujeres pero no puedo estar del todo segura, algún colado del sexo opuesto debe haber) personas normales que viven con un alter ego especial.

Y bueno…yo tambien lo tengo y porque no iniciar una conversación? a ver que sale de todo esto.

Ok. Mucho gre-gre así que vayamos al grano….

¿Por que no me gustó soñar con Edward Cullen? (Y eso que, siendo fanática de Twilight como soy, lo esperaba). Pues porque fue uno de los sueños más tristes que haya tenido en mi vida.

Mucho estaba quizá influenciada por un fin de semana difícil, más el haber visto “New Moon” y tener en mi mente proyectos futuros que espero con ansia y que me mantienen estresada.

El asunto pues es así:

El escenario era una villa cualquiera, probablemente de Italia (Montepulciano seguro, ya que es lo que se ve en New Moon), callejas de piedra oscura, caserones altos con tejados a dos aguas, altas ventanas con macetas de flores de colores en los que predominaba el fucsia y el rojo.

Yo no me veía a mi misma, o sea todos los acontecimientos eran desde mi visión, solo sabía que corría lo más que podía y escuchaba las pisadas de mis pies contra las piedras de suelo. A mi lado Edward (ejem ..Robert Pattinson…obvio) también corría con la visible desesperación en el rostro, más pálido que de costumbre; vestía una camisa blanca con rayas finas y pantalones vaqueros.

Me fijé que me llevaba de la mano y era él que guiaba la carrera. Habremos corrido por lo menos unas cuantas cuadras hasta que de golpe entramos por una puerta destartalada que daba al borde mismo de una alta pared. Era como una casa adosada al murallón de la villa.

Adentro de la habitación el clima era fresco y olía a humedad, estaba solo amoblada por una cama cubierta de jirones, un par de sillas desmadejadas y por todas partes colgaban telarañas y por las ventanas entreabiertas restos de lo que fuera un cortinado.

Yo me quedé (me sentí) quieta contra la pared mas oscura mientras Edward cerraba bruscamente las persianas y la puerta. Me miraba de lejos y con un dedo en su boca me ordenaba mantener silencio.

Pero el silencio no era silencio completo, se oían desde afuera fuertes pisadas como de soldados, golpes de botas contra el suelo; era el típico sonido que en las películas de la Segunda Guerra Mundial le dan a los nazis, ese paso marcial acompasado y monótono.

Yo sentía mucho miedo, no sabia porque, era obvio que estábamos siendo perseguidos, pero no sabía el motivo, y sentía el sudor correr por la espalda.

Edward seguía espiando por la rendija de la ventana con actitud expectante.

De repente se hizo silencio de verdad y al cabo de unos minutos Edward se me acercó, con toda su persona apabullando mi visión, y me dijo:

- Te quedas aquí…no te muevas…ya regreso - y desapareció.

No capté si salió por la puerta o yo no presté la atención suficiente. Lo que si desapareció de la habitación. Yo me quedé en el mismo lugar sin moverme.

Un corte oscuro y pasa a otra "escena" (por decirlo de una manera) en el mismo lugar pero yo estaba sentada en una de las sillas mirando a cualquier parte. Alguien tocó tres veces la puerta y se oyó una voz que gritó mi nombre, y nada más.

Yo me levanté y fuí a abrir la puerta con cierta normalidad, ya no con el temor de la “escena” anterior. Como si hubiera pasado mucho tiempo. (pero la habitación seguía siendo la misma y seguía teniendo ese olor horrible a humedad)

Al pie de la puerta estaba una caja regularmente grande, de cartón simple, color marrón claro. Una caja común y corriente que estaba entreabierta.

Curiosa estiro el brazo (veo mi brazo haciendo ese movimiento) y abro la tapa y me encuentro con una escena de lo mas macabra, supongo que el término “gore” sería acertado, y el golpe que me dio en el pecho esa imagen fue lo que segundos después me despertó.

Alli estaba Edward hecho pedazos, literalmente. Sus brazos y piernas acomodados como si fueran los de un enorme muñeco desarmado y amontonado en la caja. Entre los rastros sanguinolentos reconocí la camisa blanca y se veía parte de la cabeza, o mejor dicho unos cuantos mechones de cabello rubio oscuro.

Me vi a punto de gritar, pero mi boca no emitía ni un solo sonido, solo sentía un peso enorme que me estaba ahogando, como si estuviera hundiéndome en una corriente de agua que me cortaba la respiración.

Y me desperté, sofocada y asustada por la conmoción. No sabía si sentía pánico o no, pero lo que si me agobió fue un sentimiento de tristeza infinita. Era como si una parte de mi también se hubiera hecho pedazos y hubieran sido apretujados violentamente dentro de esa caja como estaba el pobre Edward.

Ese momento post pesadilla es bastante complejo, ya que la mente aun tiene las vívidas imágenes en la cabeza y yo admito que el cuerpo mutilado de alguien no es para nada divertido. Recorrí mi casa mirando a mis seres queridos con cierta preocupación, con miedo; revisé las cerraduras, las ventanas, las puertas…, en síntesis me quedé con miedo de lo que vi, al final de cuentas no fue ningún paseo por el parque!

Puede que la gente que lea esto tenga la intencion de hacer una análisis freudiano y sacar alguna conclusión sobre mi experiencia onírica, y sobre ello interpretar las razones inconscientes de mi sueño: la verdad que no quiero saber nada, si bien ya pasaron muchos dias, el recuerdo del Edward hecho pedazos no es lo que se anidó en mi, fue ese tajo de tristeza, que quizá es el mensaje real del sueño: soñar con lo imposible y saber que puede hacerse pedazos. O...solo es un mal sueño.

Hija! Me salió re “serio” el tema, para ser mi primer post!