El otro día estuve con mi sobrino de seis años "debatiendo" sobre el tema de que no hay que mentir. Lo que principlamente buscaba transmitirle era, de una manera entendible, que ese "hecho" el mentir, es una de las cosas más feas que el ser humano tiene.
Después de que hayamos conversado, hayamos compartido el cuento del Pastorcillo Mentiroso (la abuela ayudó en este caso) incluso mencionado algunos aportes bíblicos, digamos que al parecer quedó algo en la cabecita, aunque la rapidez con que se rajó a ver Ben10 fue tal que es posible que se haya borrado en un santiamén. Mi esperanza es que no haya sucedido así.
El asunto es, que despues me quedé rumiando, todo lo que hablamos, todo lo que yo misma quise transmitirle y me di cuenta de que los adultos tratamos de pasar a los niños, conceptos que ni siempre ponemos en práctica.
No soy ninguna Madre Teresa de Calcuta como para decir que nunca he mentido, lo hice, y muchas veces, pero hay gente que no tiene esa costumbre, sino tiene ese "hábito" arraigado en el quehacer cotidiano, mintiendo desde las cosas más mínimas y más obvias, hasta las mas gordas y preocupantes conviertiéndose en una situacion desesperante y agobiante.
La Enana, me solía decir que yo era una especie de "bruja" porque (para mi desgracia) adivino las cosas...no todas, solo algunas. Y debo decir que ese "don", esa "intuición" sigue encendida y YO SE cuando me estan queriendo vender gato por liebre, YO SE, cuando las cosas no son lo que parecen, y YO SE cuando las historias que se cuentan son flojas hasta la obviedad pero pretenden hacerme pasar por estúpida.
Pero, yo me quedo en el molde, por respeto (quiza inmerecedo) hacia la otra persona.
La familia es importante, los amigos, los compañeros de trabajo...todo lo que hace a nuestro entorno colabora para nuestro bienestar, pero apenas en una de esas áreas aparece "gente tóxica" esparciendo gases indeseables, como para que todo lo demás se vea afectado. Y asi son las personas que tienen la costumbre de faltar a la verdad.
Pero yo tengo algo a mi favor....la mentira tiene patas cortas... y yo tengo 1.74 de altura.
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