3/7/12

El poder de seguir adelante

Esta tarde al salir de la oficina, siguiendo mi ya conocido trayecto hacia Mcal López, me detuve a media cuadra antes de cruzar la avenida para encender un cigarrillo. No es habitual que fume en la calle porque no me gusta el olor por la ropa y tampoco andar echando humo si hay gente a mi alrededor; pero hoy particularmente estaba solitaria en la vereda mientras esperaba que el semáforo se ponga rojo para cruzar la avenida.

A veces sucede que unos segundos nada más son necesarios para rodar en la cabeza un torbellino de pensamientos de distintas clases, como si fueran las imágenes de un película en cámara rápida o mejor en fast foward para decirlo más chuchi jejeje; y hoy cayeron de mi buzón de recuerdos unos pensamientos lejanos sobre la incertidumbre que meses atrás me agobiaba en cuanto a que iba a ser de mi en julio del 2012. 

Veía tan lejana la sensación de seguridad que tengo ahora, veía tan absurdamente imposible la opción de "realización" que estoy viviendo, simplemente no veía para nada creíble que estuviera en donde estoy en estos momentos. Después de pasar un 2011 donde la constante fue un retroceso de años en lo laboral, en lo intelectual inclusive y por supuesto un tremendo estancamiento emocional que me llevó a vivir en un encerramiento que casi me tiró al abismo.

Las secuelas quedan por supuesto de semejantes experiencias - que también hay que aceptarlo fueron producto de mis propias decisiones - pero el nivel de importancia que le otorgo es muchísimo menor que el que le daba en enero por ejemplo. Ya las cosas son diferentes, en estos meses ya acepté, comprendí y entendí la significancia de mi persona en determinados asuntos y saben que, literalmente me pasa por la tangente! jajaja.

Dios es maravillosamente grande al otorgarme este momento de lucidez,  esta catarsis positiva y sobretodo este temperamento cambiante... si, agradezco eso, porque por lo menos sé que mis emociones son reales y se que siento las cosas que me pasan y me siento humana y real por ello. No soy una inteligencia meramente artificial y no pretendo demostrar que soy un robot; soy como una inteligencia emotiva y emocional (pero no emo...jajajaja)

Gracias vida, gracias experiencia, gracias Dios y a pesar de que se cierne sobre mi reducida familia un fantasma peligroso que tiene que ver con la salud de uno de los miembros, esta experiencia vivida y sumada a las anteriores me ayuden a sobrellevar lo que me espera...sea lo que sea!

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