En mi rincón del lobby de acceso a embarque apenas pude esconderme, estaba detras de Liv Tyler, asi que dudo que los ojos de los transeúntes hayan se hayan fijado en mi descolorida y casi transparente persona. Hacia horas que estaba aqui, llegaron y salieron varios vuelos y las personas que pasaban eran de todos colores, estaturas, razas, credos y lenguajes.
Me recordó a la pelicula Love Actually, donde el personaje de Hugh Grant - el primer ministro picarón - decia que lo lindo de los aeropuertos, era la forma en que las personas recibian a los que llegaban: padres, madres, hijos, hijas, novios, novias, todos eran recibidos efusivamente y que podria decirse que "Love...actually, is all around".
El Silvio no se destaca por un ambiente "efusivo" es mas bien algo rústico y poco agraciado, pero es lo que tenemos: pisos sucios, paredes opacas, el mobiliario de Migraciones digno de cualquier oficina pública, etc, pero repito: es lo que tenemos.
Estuve ahi hasta que lo vi acercarse y destacar su alta figura en la fila de pasajeros, el rostro como siempre con la expresión engreida, los ojos brillantes (felices por irse?) y la cabeza erguida en actitud soberbia. No recuerdo su ropa pero puedo adivinar que sus colores fueron negro y marron en general.
Pasó la ventanilla y caminó hacia embarque, hacia mi, que estaba agazapada en mi rinconcito: "quiero desaparecer! que no me vea!" fue mi deseo mientras fijaba la vista en sus ojos marrones. Me miró directamente, tan fijamente que crei que me habia visto, incluso se detuvo frente a la cara de Liv, con la interrogante en los ojos tratando de decifrar lo que tenia en frente. Sacudió la cabeza, quizá para librarse que algun pensamiento incómodo y pasó de largo. Yo me quedé parada, sin sacarle los ojos de encima mientras parte de mi corazon se iba pegado por su equipaje.
Y se cumplió mi deseo: desaparecí, ni me vió...simplemente porque ni siquiera estuve ahi.
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