19/2/11

Nunca se sabe lo que se tiene hasta que se lo pierde

A finales de los 80 era la onda heavy el furor…y estamos hablando de gente tipo Bon Jovi, Poison, aparecia Guns n´Roses…nambre! El rollete aka chará multicolor por todos lados y estaba muy de moda una “lenta metalera” que se llama “Don't know what you got (till its gone) del grupo Cinderella (hoy estoy inspirada musicalmente…como habrán notado) o sea: “No sabes lo que tienes (hasta que lo pierdes)”

Lo interesante es que el titulo es bastante conflictivo si se quiere ahondar un poco más…. ¿No nos sucede que a veces tenemos en nuestras narices elementos importantes para nuestro quehacer diario y no nos damos cuenta de lo valiosos de esos elementos?, no solo por formar parte vital del engranaje a nuestro alrededor sino que además son el motor para tantos proyectos importantes….(ra´é!).

Perder un elemento valioso siempre representa un retroceso para cualquier organización, no solo en términos de procesos, sino también de tiempo; porque por más brillante y excepcional que sea el “repuesto” nuevo, recién cuando se adapte al engranaje puede realmente responder en un cien por ciento a las exigencias, porque tampoco es un Mandrake como para en un santiamén resolver los pendientes…(Por supuesto está también el lado en el que mejor perderlos que encontrarlos a ciertos elementos, pero…esa es otra historia)

¿Estoy inventando? ¿Estoy equivocada? Claro que no… porque las cosas son así… nos ocupamos de nimiedades en lugar de ocuparnos de las realidades; vemos allá a cinco mil metros las lentejuelas baratas que nos ofrecen otros, y no nos ocupamos de cuidar los diamantes que nos rodean.

Básicamente, no sabemos lo que tenemos, hasta que “se jué”.

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